En nuestro mundo, los tornillos, ese objeto aparentemente insignificante, se convierten en un héroe silencioso y diligente tras bambalinas, desempeñando un papel irremplazable en cada rincón. Su apariencia es simple y única. En el delgado tornillo, las roscas en espiral son densas y se entrelazan con precisión, como escalones que ascienden en espiral. En cuanto a su función, los tornillos pueden considerarse los maestros de la conexión y la fijación. Diversos objetos, grandes y pequeños (como baterías, chips, motores, puentes, etc.), se conectan firmemente mediante una serie de tornillos. Con un cuerpo diminuto, construyen una base sólida. Por lo tanto, la importancia de la calidad de los tornillos es fundamental. Las grietas en los tornillos pueden presentar diversas formas. Desde una perspectiva macroscópica, pueden extenderse por toda la longitud o aparecer solo en una parte específica. Algunas son visibles a simple vista, mientras que otras requieren el uso de herramientas como microscopios para su observación. A nivel microscópico, la estructura en el punto de la grieta se daña, pudiendo aparecer características como deformación del grano, fracturas y agujeros.

A continuación se muestran los parámetros metalográficos de la muestra y la apreciación de los efectos microscópicos de tornillos normales y tornillos fallados agrietados: